Ven Lunes, quédate aquí toda la vida de mi hoy. No atiendas a nadie. No abras el cielo ni saludes a la Luna. Encierra a las estrellas y aleja de mí el refunfuñar de aquel viento molesto. Dame la totalidad de tus horas. Sólo por hoy regálame tu día, y juntos, por última vez, digámosle adiós a todo lo que he sido.
No preguntes. Recíbeme en tus brazos y ahógame en el silencio que amanece. Abriga a mi tristeza para que nunca pase frío y cierra mis ojos con el sol del mediodía.
Besa cada espacio que se sienta vacío y no permitas que la noche nos encuentre dormidos.
Lunes de mi vida, si tú supieras lo mucho que te he buscado. No te vayas. No me dejes todavía. Tengo lágrimas que de tan viejas se han secado. Tira fuerte de ellas e invítalas a que me suelten. Ayúdalas a despedirse. Hazlo Lunes, te lo suplico. Que sea el último gemido de dolor que de mi boca escuches y entonces, sólo entonces, abre mis ojos para que yo pueda verte.
¡Oh, bello Lunes! Al fin podré decirte cuánto Te Amo.
Dibujos: Daniel Caminos
Dean Funes Córdoba
daniel_9855@hotmail.com
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